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lunes, febrero 02, 2009

Yoya Martínez: se despide una gloria de la comedia

A los 96 años.
La actriz falleció ayer producto de un paro cardiorrespiratorio. Con 70 años de trayectoria, su rol más emblemático fue en la serie "Los Venegas", de TVN.
Fotos: Internet
EDUARDO MIRANDA Y AMÉRICA RODRÍGUEZ
http://diario.elmercurio.com
2 de febrero, 2009
Hay un episodio en la historia del teatro chileno que refleja todo el genio de Yoya Martínez como actriz secundaria. Cuando en 1995 estrenó la obra "Viejas" junto a Ana González, en medio de su actuación, ambas olvidaron el texto y empezaron a improvisar. Fue así como Martínez rompió la regla: "Oye, Luznelda (nombre del personaje de González), ¿por qué mejor no agarramos el libreto?". La frase rompió en ovación y el público vitoreó emocionado la modesta solución de la actriz. Ese talento, con 70 años de trayectoria en las tablas y la televisión, se extinguió ayer a las 00:15 horas, cuando un paro cardiorrespiratorio terminó con la vida de Yoya Martínez a los 96 años.


La actriz pasó sus últimos momentos en su casa de Las Condes, junto a su amiga Adriana Olivares y con la que vivió los últimos 30 años. "Era la amiga más querida que he tenido en mi vida y la voy a extrañar mucho. Siempre andaba haciendo chistes, por ella no pasaban penas, siempre estaba alegre", fueron sus emocionadas palabras en el velorio que se realizó ayer en la iglesia Santo Toribio de Las Condes.

Pese a su edad y a su delicado estado de salud, Yoya Martínez tuvo una ultima aparición en TV en 2008 con su rol más popular: la señora Hildita en la serie "Los Venegas" de TVN. "Ella era como una madre para el equipo, una mujer muy jovial divertida y muy profesional", cuenta la actriz Mónica Carrasco, que compartió con ella durante 20 años. Y añade: "Yoyita se hizo muy querida porque representó a la abuela que hay en todas las casas de Chile. Era un personaje muy reconocible por todos".

Ofelia Martner (verdadero nombre de la actriz) nació el 4 de enero de 1912 en Santiago y su carrera comenzó en 1939 en la compañía de Lucho Córdoba, que representaba comedias comerciales en la desaparecida sala Imperio. "Yo cantaba tangos cuando terminaban las obras y desde entonces no he parado de actuar", contó la actriz a "El Mercurio". Como los periodistas de la época no escribían bien su nombre real, ella misma decidió cambiarlo por Yoya Martínez, con el que se hizo conocida públicamente. También participó en montajes como "La pérgola de las flores" y "Esperando la carroza", en 1987, donde interpretó a Mamá Cora.

Martínez era la última representante de un grupo de actores que hizo carrera antes de la aparición de los teatros universitarios en la década del 40. "Ella era una gran actriz de reparto y siempre fue muy solicitada. La mayor parte del tiempo la recuerdo vestida de empleada con un plumero en la mano y representando a personajes muy graciosos", recuerda el director Fernando González.

Pese a que su carrera estuvo ligada a la comedia, su vida personal tuvo un trágico contraste (ver relacionado). "Fue muy luchadora y nunca la vi llorando o quejándose. Era muy ejemplar y reservada", agrega Mónica Carrasco. Hoy al mediodía se realizará una misa fúnebre en la Iglesia Santo Toribio, y luego los restos de la actriz serán trasladados al cinerario del Cementerio General.

Su dolorosa vida real

Su círculo más íntimo sabía que Yoya Martínez tuvo una vida difícil. "Ella era muy solitaria y no tuvo hermanos porque su madre murió cuando ella nació", confidencia Mónica Carrasco. Tras la muerte de su padre, la actriz tuvo que enfrentarse muy joven al mundo laboral. Estuvo casada con el músico Lorenzo Da Costa, de quien enviudó hace 20 años. Tuvieron un solo hijo, llamado Carlos, que nació con discapacidad e hidrocefalia. "Fue un parto muy difícil para ella y siempre se hizo cargo del niño. Fue muy doloroso cuando el niño murió, porque sólo tenía 15 años", cuenta su colega y amiga Violeta Vidaurre. "Pese a todo eso, nunca la vimos triste y los chistes siempre fueron su sello".

El director Fernando González entrega otro dato sobre la figura de Martínez: "Yo recuerdo que ella era una actriz que tenía unas piernas preciosas. Además su cuerpo curvilíneo y acinturado se lucía sobre el escenario". Y añade: "Era muy supersticiosa y divertida. Decía que no le gustaba invitar a la gente a comer a su casa, 'porque los comediantes siempre comen en exceso'".

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